A partir del día de ayer, el siglo XIX ha pasado a ser historia definitivamente. Ya no quedan testigos que puedan dar cuenta de sus vivencias de aquella centuria. La mujer más vieja del mundo ha muerto. La italiana Emma Morano, última sobreviviente del 1800, falleció en su apartamento de Verbania a los 117 años de edad, anunció la prensa italiana.
Morano había nacido el 29 de noviembre de 1899. “Tuvo una vida extraordinaria y recordaremos siempre su fuerza para ir hacia adelante”, declaró la alcaldesa de Verbania (norte de Italia), citada por los medios.
Emma era la mayor de ocho hermanos y estaba casada con un marido abusador. Uno de los motivos a los que Emma le atribuyó su longevidad fue a su decisión, de abandonar a su marido después de que su bebé muriera con sólo seis meses de edad. "El matrimonio nunca fue saludable", llegó a decir.
Después de su separación, Emma Morano estuvo enamorada de un muchacho que murió durante la Segunda Guerra Mundial. Nunca más tuvo interés en casarse con otra persona.
En su último cumpleaños Emma compartió los secretos de su longevidad. Además del carácter independiente, Emma sostuvo que su dieta (comer tres huevos diarios, dos de ellos crudos) y reírse mucho, la compensaron con una vida saludable y única.
