Para la norteamericana Kelly Heron, su mayor temor era ser agredida mientras corría a través de los parques de la ciudad de Seattle.
Y por muy poco su pesadilla no se hizo realidad.
Después de hacer su habitual entrenamiento de 6 km, Kelly se detuvo para ir al sanitario. Mientras se lavaba las manos, un hombre salió de una de las cabinas y comenzó a atacarla.
Más allá del pánico del momento, decidió que no se rendiría. Fue entonces cuando comenzó a luchar con golpes y arañazos, y al grito de: "hoy no, hijo de p*". A continuación de esto, hizo un buen uso de técnicas de defensa personal que había aprendido en el trabajo unas pocas semanas antes.
Con la ayuda de una persona que pasaba por el sitio en ese momento, Kelly logró retener al hombre en el baño hasta que la policía arribó. Acababa de sufrir una agresión sexual.
En la foto que publicó en su cuenta en Instagram, Kelly muestra el resultado de la agresión: algunos puntos en la frente y varias contusiones por todo el cuerpo. Otro detalle curioso es el registro de movimientos que el GPS de su teléfono registró. En este, se puede ver el ir y venir de la atleta en su lucha para detener al agresor.
"No podía quedarme en silencio y ser una víctima anónima. Este es un mensaje de supervivencia muy importante como para no ser contado” declaró.
La frase "hoy no, hijo de p*" se viralizó en los EE.UU. y se está convirtiendo en un símbolo para todas las mujeres que luchan contra la cultura de la violación. Kelly también ha publicado una foto de su agresor después de ser arrestado:
Fuente: Bust
Imagen: Instagram/Reproducción
