La actriz principal camina lentamente hacia el centro del escenario. El teatro está lleno y, en absoluto silencio, la audiencia aguarda expectante. Al momento de iniciar su monólogo, la pobre muchacha no puede pronunciar una palabra. Con la mente en blanco, comienza a sudar intensamente, le tiemblan las manos y sus ojos se llenan de lágrimas.
¿Acaso no has visto esta situación (con mínimas variaciones) infinidad de veces en la televisión y en el cine? Se trata del famoso pánico escénico, un padecimiento tan frecuente que ha pasado a formar parte de la cultura popular.
Sabemos que no hace falta estar rodeada de cámaras o ante un público multitudinario para experimentarlo. Esa sensación paralizante, que nos impide expresarnos y comunicarnos correctamente puede darse en diversas circunstancias de la vida cotidiana. Algunas de ellas las conocemos muy bien…
El hábitat laboral presenta las condiciones ideales para la proliferación del pánico escénico. Principalmente durante las entrevistas de trabajo: enmudecemos ante cualquier pregunta inesperada, reímos nerviosamente, incluso tenemos la impresión de que estamos hablando con otro timbre de voz.
Y eso es solo el comienzo. Si, luego de la incómoda entrevista, obtienes el empleo, te esperarán reuniones con clientes, presentaciones, conferencias…
En el ámbito amoroso tampoco estamos a salvo de sufrir miedo escénico, basta con tener una primera cita para confirmarlo. ¿Quiénes no se han reído de sí mismos por la extraña manera de actuar que tenían durante los comienzos de la relación?
Una vez que atraviesas los engorrosos primeros encuentros y logras sentirte cómoda con tu pareja, expresarte y ser tú misma, cuando creías que nunca más ibas a sufrir pánico escénico a su lado ¡debes conocer a la familia! Y la historia vuelve a empezar…
No importa la profesión, la edad, el estilo de vida, ni si frente a nosotras hay una multitud o una sola persona, todas corremos el riesgo de experimentar este miedo tan particular. Para combatirlo, no existen recetas infalibles, pero sí ayuda tener en cuenta que todos los integrantes del amenazante “público” han pasado alguna vez por la misma situación. Si eso no funciona, ¡prueba imaginarlos desnudos!
Y tú, ¿en qué otras situaciones has sufrido pánico escénico? ¿Cómo lograste superarlo? Si quieres ver cómo unas muchachas atraviesan el momento de presentarse ante un público y conocer otros frecuentes miedos y fobias, no dejes de ver Dance Moms, DOMINGOS MEX 9 PM / COL 8 PM / VEN 8:30 PM / 22HS ARG.
